domingo, 4 de diciembre de 2016
El plano inclinado y la polea en el ferrocarril
Uno de los inventos que marcaron la época de Don Bosco fue el ferrocarril.
El plano inclinado y la polea tuvieron especial importancia en la construcción del ferrocarril, ya que una de las dificultades que se plantearon en la construcción de los ferrocarriles fue sortear los desniveles que planteaba la orografía.
Como solución se constuyeron los planos inclinados automotor los cuales ya se habían generalizado en las explotaciones mineras a partir del año 1800.
Su funcionamiento era muy siemple, el descenso de los vagones cargados era aprovechado para subir los vacíos, a través de un cable que unía ambos vagones y pasaba por una polea situada en la cabeza de la instalación.
Estos planos requerían, evidentemente, que la rampa estuviese en el sentido del tráfico y que el volumen de las mercancías descendentes fuese lo suficientemente alto como para elevar el material ascendente. Este tipo de instalaciones se generalizaron en las explotaciones mineras a partir de 1800.
Con la evolución del arte de construcción de túneles y viaductos para salvar desniveles, estos planos inclinados irían desapareciendo de la geografía, y solo restaron en puntos muy concretos como adaptación a desniveles en pequeñas distancias.
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